Increíble gastronomía y paz total

La casa es un lugar espectacular para desconectar. La comida casera es simplemente deliciosa, especialmente los bertones que estaban increíbles, ¡repetimos varias veces! Maria es realmente una gran cocinera. Un detalle, la habitación era un poco pequeña, pero tenía todo lo necesario y el baño estaba genial. Volvería sin dudar.

Un lugar espectacular para desconectar, aire puro e inmejorables vistas. Comida casera deliciosa y buen trato. Sin embargo, habitación un pouco pequena e faltaba aire acondicionado.

La casa es un remanso de paz, con una decoración exquisita y rutas de senderismo que son un plus.

me sentí especial, no me puedo quejar

Aviso, igual te enamoras

Este lugar es un refugio de paz donde el buen gusto y la tradición gallega se entrelazan. La cocina, un deleite que no hay que perderse, con platos como los bertones con jarrete. La atención es excepcional, lo que convierte cada día en una experiencia inolvidable. La cata de vinos es el toque maestro.

Una casa de ensueño, decorada con un gusto impresionante. Comida casera deliciosa, ideal para desconectar de la locura porteña. Hermosos paisajes y tranquilidad total. Ojalá hubiera podido quedarme más tiempo, me dejó con ganas de más.

casa preciosa, actividad de cata, entorno tranquilo

La decoración interna podría renovarse un poco, la falta de opciones para cenar deja mucho que desear!!! Además, los colchones parecen tener demasiados años!!! Un toque de modernidad no vendría mal.

La ubicación, la atención del personal, la presentación de los alimentos – todo es una maravilla con un toque especial!

Disfrutamos de una comida deliciosa, pero la habitación era bastante pequeña y le faltaba aire acondicionado.

la casa es un remanso de paz rodeado de naturaleza. el personal es encantador y atento, realmente se nota el cuidado en cada detalle. el desayuno es delicioso , especialmente las mermeladas caseras.

la habitación era un poco pequeña. 🛏️

La casa tiene un encanto indudable y un entorno tranquilo que invita a relajarse. La experiencia de la cata de vinos fue enriquecedora. aprendí mucho sobre los vinos locales y las fusionaron con una comida excepcional.

La habitación no cumplió con mis expectativas. sentí que le faltaba mantenimiento y los colchones eran incómodos, lo que provocó que todos acabáramos con dolor de espalda. La oferta gastronómica por la noche fue limitada. los niños no tuvieron opción y se quedaron sin cena, y no había ningún lugar cercano para cenar. Además, se respiraba un ambiente tenso que hacía incómoda la estancia.

tranquilo, tranquilo, tranquilo

Pasé una semana maravillosa y puedo decir que la comida casera de Maria es simplemente espectacular. Disfrutamos de un fresco chapuzón en la piscina, complementado por la belleza del jardín, lleno de árboles frutales. Aunque la habitación era un poco pequeña, contaba con un baño genial y todo lo necesario para una estancia cómoda.

lo puedo recomendar 😊❤️

La dueña mostró una actitud muy antipática desde el principio, lo que convirtió la estancia en algo incómodo. Además, la falta de opciones en la cena dejó a mis hijos sin comer adecuadamente. Las camas eran incómodas, provocando dolores de espalda a todos. La casa no cumplió con nuestras expectativas y la experiencia fue decepcionante, especialmente considerando el trato recibido.

Casa San Ginés es un refugio de paz con una decoración exquisita. La comida casera es un verdadero deleite, especialmente los bertones, que estaban increíblemente sabrosos. La experiencia de la cata de vinos fue enriquecedora, permitiéndome aprender sobre los vinos locales de una manera muy amena. Además, el entorno es ideal para desconectar de la rutina diaria.

La habitación era un poco pequeña.